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A partir del pasado 23 de marzo, el gobierno de México comenzó con la implementación del plan de contingencia para todos los niveles escolares el cual consiste en la suspensión temporal de clases de manera presencial, al mismo tiempo, invitó a las empresas a mandar a sus trabajadores a hacer home office. Estas medidas impactan de manera notable en la rutina, los sentimientos y pensamientos de las personas, debido a que el cambio drástico provocado por el virus COVID-19 es un estresor que influye en la calidad de vida.
Algunas de las emociones y pensamientos que se pueden generar son los siguientes:
Miedo. Es normal experimentarlo, este aparece ante situaciones novedosas o amenazantes, si dejamos que crezca, se convertirá en pánico. Esta es una emoción tiene pros y contras; en el primero, nos ayuda a salvaguardar nuestra vida, por ejemplo, ante lo que está pasando, podemos generar pensamientos como “seguiré las indicaciones que ha dado el gobierno para no afectar a mi familia, ni a mí”, “en caso de que me infecté yendo al hospital, me alejaré de mis seres queridos para no contagiarlos”, o nos ayuda a buscar información en medios confiables; mientras que, el lado negativo incrementa la ansiedad y genera ideas como “creo estoy siéndome mal, ¿tendré la enfermedad?”, “compraré insumos porque se pueden acabar y luego, ¿qué haré”, “si no logran controlarlo, ¿qué pasará?”.
Frustración. Está relacionada a proyectos que se tienen que posponer, actividades que solíamos hacer y que en este momento no se pueden llevar a cabo o por la pérdida de libertad temporal.
Enojo. Este se da ante la idea de que la situación nos parezca injusta; surgen pensamientos como “no se está haciendo lo suficiente por detener el virus”, “por culpa de uno, la estamos pagando todos”, “mi vecino no sigue las normas como debería”.
Aburrimiento. Nos enfrentamos a una rutina diferente de lo que estamos acostumbrados, y llegan pensamientos como “no tengo nada que hacer”, “¿cuándo podré salir?”.
Sentimiento de soledad. Las personas que viven solas pueden llegar a tener pensamientos como “si me pasa algo, ¿qué podré hacer? Nadie lo notará”; en general, la sensación de aislarse puede llevar a extrañar a los demás y la convivencia con otros seres queridos.
Sensación de encierro. Sentirse agobiados o en encierro.
Ansiedad. Debido a la incertidumbre de qué pasará en el futuro o cuánto durará la situación, lo cual puede llegar a impactar en no poder conciliar el sueño por estar pensado en los sucesos y el impacto que tendrá.
Todas estás emociones las podemos experimentar de manera cotidiana, no obstante, en momentos de crisis llegan a exacerbarse. Organizaciones a nivel internacional, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), American Psychological Association (APA), Save the Children, la Universidad de Buenos Aires (UBA), la Sociedad Española de psiquiatría (SEP), entre otras, han desarrolla una serie de recomendaciones para hacerle frente a la contingencia por la pandemia de COVID-19, las cuales se enlistarán en los siguientes puntos.
Seguir las indicaciones del gobierno para evitar ser un foco de infección y ponerte en riesgo a ti mismo.
Generar consciencia de la situación, eludiendo sobreexposición a los medios de comunicación e información. Al mismo tiempo, solo investigar en medios oficiales y verídicos, así como mantener una actitud crítica ante la información que lees o escuchas.
Establecer un plan de actividades implementando una rutina, en la que se incluyan actividades domésticas y recreativas como juegos de mesa, manualidades, cine en casa, karaoke, etc. Es necesario incluir las horas de estudio de los niños que están tomando clases en línea, así como horas laborales para los que hacen home office. Este punto, conlleva a establecer acuerdos entre todos los miembros de la familia, por lo que la comunicación asertiva es la mejor herramienta.
Respetar las horas de sueño, esto puede favorecer a un estado de ánimo agradable.
Establece una rutina de ejercicio dentro de casa, esto ayudará a reducir el estrés, mientras que a los niños les ayudará a liberar energía. Una opción es meditar al menos 10 minutos diarios.
Cambiar la ropa de cama y bañarse como usualmente lo hacía. Esto evitará la sensación de continuidad y dará orden cíclico al día.
Ser comprensivos con los miembros de la familia, principalmente con los niños, ya que pueden expresar su estrés siendo dependientes, preocupados, enfadados o ensimismados. Es importante explicarles la situación utilizando palabras que puedan entender en función de su edad evitando sobre informar, también se debe de hablar con la verdad.
Mantener contacto con familiares y amigos mediante medios electrónicos., exprese su manera de sentir. Evitar compartir noticas falsas o erróneas en grupos de chats, ya que esto solo reforzará el malestar.
Tener autoconocimiento y autoconciencia de nuestras emociones, observa lo que sientes y piensas, reflexiona y desecha aquellas ideas que te ponen ansioso. Por ejemplo, “me siento ansiosa porque siento que la situación va a empeorar y me da miedo que los suministros se caben”, si logro identificar estas emociones y pensamientos, puedo cambiarlos en “los expertos han dicho que en este momento los casos van a incrementar porque no se habían identificados los casos, pero ahora que ya saben quién está infectado, será más fácil controlarlo, la contingencia solo son transitoria”.
Se recomienda que cada miembro de la familia mantenga su espacio para que cada uno pueda hacer sus propias actividades y pasar un tiempo a solas.
Estás son algunas de las recomendaciones que puedes seguir durante la contingencia. Recuerda mantener la calma y ser paciente, todo es temporal y vale más tener salud.
Referencias
Brote de enfermedad por coronavirus (COVID-19): orientaciones para el público. Organización Mundial de la Salud.
¿Cómo proteger a niñas y niños del coronavirus?. Save the Children México.
Five ways to view coverage of the Coronavirus. American Psychological Association.
Recomendaciones psicológicas para afrontar la pandemia. Universidad de Buenos Aires, Facultad de Psicología.
Salud mental y COVID-19: consejos para combatir el aislamiento por la pandemia. Gaceta Médica.