El Diccionario de Inglés de Oxford, introdujo tres palabras inventadas por el escritor. Positrónico es basada en el nombre de la partícula subatómica de antimateria opuesta al electrón llamada positrón. Psicohistoria es el nombre de una ciencia ficticia en el universo de la Saga de la fundación que es una combinación de historia, psicología y estadística matemática para calcular el comportamiento estadístico de poblaciones extremadamente grande, como el imperio galáctico. Robótica, la cual, es un concepto que se sigue aplicando hoy en día con el sentido dado por Asimov.
Asimov postuló las tres leyes de la robótica, que son un conjunto de normas que se aplican a la mayoría de los robots de sus novelas y cuentos y que están diseñados para cumplir órdenes. En ese universo, las leyes son formulaciones matemáticas impresas en los senderos positrónicos del cerebro de los robots, estas leyes aparecen por primera vez en su relato Círculo vicioso publicado en 1942. Estas normas se dirigen a los robots que en los relatos y novelas del autor, tenían capacidad de pensar y actuar por sí mismos. Las tres leyes de la robótica establecen lo siguiente:
Un robot no hará daño a un ser humano o, por inacción, permitirá que un ser humano sufra daño.
Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la 1ª ley.
Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la 1ª o la 2ª Ley.
Existe una variación introducida en las leyes de la robótica llamada ley cero de la robótica derivándose de la denominación cero, lo que significa que las otras leyes de la robótica quedan subordinadas jerárquicamente a esta nueva ley.
“Un robot no hará daño a la Humanidad o, por inacción, permitir que la Humanidad sufra daño”
Hoy en día, la tecnología esta empezando a desarrollar sistemas inteligentes que cumplen con las capacidades mencionadas anteriormente, pero lo más importante de crear este tipo de robots, es que exista completamente protección en las personas. La autonomía de los robots debe estar acompañada de medidas de seguridad que impidan el daño de las personas, de hecho, la idea es que por muy avanzados que estén los robots, no puedan volverse contra las personas.
Según el propio Asimov, la idea de las leyes de la robótica quería contrarrestar un supuesto complejo de Frankenstein, es decir, un temor que el ser humano desarrollaría frente a unas máquinas que hipotéticamente pudieran rebelarse y alzarse contra sus creadores. De intentar siquiera desobedecer una de las leyes, el cerebro positrónico del robot resultaría dañado irreversiblemente y el robot moriría. A un primer nivel no presenta ningún problema dotar a los robots con tales leyes, a fin de cuentas, son máquinas creadas por el hombre para su ayuda en diversas tareas. La complejidad reside en que el robot pueda distinguir cuáles son todas las situaciones que abarcan las tres leyes, o sea poder deducirlas en el momento. Por ejemplo, saber en determinada situación si una persona está corriendo peligro o no, y deducir cuál es la fuente del daño o la solución.
Las tres leyes de la robótica representan el código moral del robot. Un robot va a actuar siempre bajo los imperativos de sus tres leyes. Para todos los efectos, un robot se comportará como un ser moralmente correcto. Sin embargo, es lícito preguntar: ¿Es posible que un robot mate alguna persona? ¿Es posible que un robot dañe a un ser humano? La mayor parte de las historias de robots de Asimov se basan en situaciones en las que a pesar de las tres leyes, podríamos responder a las anteriores preguntas con un sí.
En RoboLab les explicamos a los pequeños desde los 4 las leyes de la robótica y les hablamos de su creador.
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